GANAR Y PERDER
Dicen que la diferencia entre ganar y perder puede ser muy fina. Es evidente, y más en el baloncesto actual, que por muy buenos jugadores que tenga un equipo, si no dan lo máximo, suelen meterse en dificultades, que muchas veces acaban en derrota. Uno de los aspectos de la analítica que más me han apasionado en mi formación ha sido el de determinar cuáles indicadores son aquéllos que más identifican la probabilidad de ganar un partido. Aquí, estaremos todos de acuerdo, tenemos como referencia las 4Fs de Dean Oliver, posiblemente las más utilizadas en el mundo analítico. No obstante, no son las únicas.
He querido coger un equipo, uno de mis favoritos, el MoraBanc Andorra. Y analizar, de un modo básicamente intuitivo, qué le sucede para haber arrancado con 4 derrotas la liga ACB. Sin estadísticas complicadas, ni análisis muy profundos. Simplemente, he querido corroborar que lo que he ido pensando al ver los partidos se cumple cuando uno repasa los números que ha arrojado el equipo.
Y me he querido centrar en una estadística que muy pocos analistas utilizan, pero que para mi, es determinante. Como muy bien indicaba en mi primer libro, “el sofá verde”, diversos autores han analizado la importancia de disponer en el equipo de varios anotadores para asegurar la victoria final, concluyendo que era más importante tener varios anotadores en lugar de uno sólo, aunque anotaran los mismos puntos. Sin entrar a valorar los porqués, he querido mirar lo que mi intuición me decía sobre los primeros partidos del Andorra, y lo he comparado con sus 4 primeros partidos de la temporada 2020-21, donde sólo ganó un partido. Y he querido mirar cuántos jugadores han anotado más de 10 puntos en cada partido. ¿Motivo? La estadística con datos reales concluye que cuántos más jugadores con 10 puntos o más anotados se disponga, más probable es ganar el partido. Y si tienen más de 5 en esta posición, tus probabilidades rondan el 95% (ver “El sofá verde” para más referencias).
Veamos:
Es decir, si obviamos el Andorra-Unicaja en el que hubo un empate técnico entre jugadores 10 puntos o más anotados (3 a 3), en el resto (7) quien más jugadores de más de 10 puntos tuvo acabó ganando el partido, a excepción del Urbas-Andorra. La diferencia en este partido “anómalo” fue sólo de 1 anotador.
¿Buen indicador?. Pues 6 de 7, un 85%.
No está mal.